La zona de Puerto Plata fue gravemente afectada por las aguas caídas en las últimas dos semanas, problema este que dejó a varias comunidades afectadas.
Esto obligó al presidente de la República declarar en estado de emergencia a Puerto Plata junto a otras provincias de la zona norte del país.
La solidaridad de los dominicanos no se hizo esperar y, cientos de personas han colaborado con comidas, lencerías y otras tantas cosas para ayudar a los más afectados por este fenómeno.
La mano amiga del presidente de la República también se ha hecho presente e incluyendo la visita de diversos funcionarios así como acciones puntuales con mira a la mejora de la novia del atlántico sobre todos a las personas que perdieron sus humildes viviendas.
Gracias, muchas gracias, por salir en auxilio de nuestra gente, sin embargo si cada persona e institución continua ayudando por separado y creando su propio protagonismos sin un inventario real de las necesidades de la gente, posiblemente en los próximo cinco años veamos a personas de está pidiendo ayuda.
Los recursos siempre serán limitados, pero creemos que en esta oportunidad el pueblo se ha solidarizado de forma especial y, si entregamos la ayuda tal cual deberíamos hacerlo de forma ordenada, incluyendo menos deseo de protagonismo, posiblemente la ayuda a la mayoría de las personas afectadas podrían ser mucho más eficientes.
Nosotros abogamos porque las personas afectas estén en un levantamiento en coordinación con las juntas de vecinos y que un comité encabezado por el obispo, la federación de iglesias evangélicas y las representaciones del gobierno hagan una distribución equitativa para todos los afectados.